El Periódico de la Energía | Laura Ojea. Martes 10 de diciembre de 2019. La banca marca tendencia. Desempeña un papel clave en la lucha contra el cambio climático y cuando decide donde poner su dinero, todo se mueve. Y eso ya está ocurriendo. El primero que ha anunciado su giro hacia la economía verde y las finanzas sostenibles ha sido el Banco Europeo de Inversiones (BEI), que dejará de financiar proyectos ligados a los combustibles fósiles a partir de 2021, incluido el gas natural, lo que apuntala la estrategia europea contra el cambio climático.El BEI se convierte en el gran banco climático: cortará el grifo a los combustibles fósiles desde finales de 2021.
No será el único. El ICO quiere seguir sus pasos junto a otros bancos nacionales europeos de promoción, «El objetivo del ICO es seguir el modelo de transformación del BEI en el horizonte 2030, de hecho ya uno de nuestros objetivos prioritarios es identificar y financiar proyectos sostenibles», ha explicado a El Periódico de la Energía, José Carlos García de Quevedo, presidente del Instituto de Crédito Oficial, «por el momento ya hemos realizado siete emisiones de bonos sostenibles por valor de 3.550 millones de euros, y en 2019 lanzamos la primera emisión de Bonos Verdes por valor de 500 millones de euros pero seguirá aumentando en los próximos años».
De hecho, ha asegurado que «el objetivo es doblar el porcentaje de recursos destinados a programas de financiación que cumplan con las directrices de los Principios de Ecuador en los próximos diez años, que en 2018 fue del 25%, aunque sin olvidar la esencia del ICO, la de promover actividades empresariales que contribuyan al crecimiento económico sostenible y a la creación de empleo».